martes, 8 de marzo de 2011

GOZOS A LA GLORIOSA SANTA MARTA PATRONA DE LA VILLA DE VILLAJOYOSA.



Nos cuenta Vicent Soler, Presidente de la Asociación Cultural "Pintor Remigio Soler Tomás", que la Capilla de Santa Marta de Villajoyosa fue inaugurada en 1740 y se construyó para albergar la imagen en madera policromada de la patrona de la ciudad, obra de finales del s. XVI o comienzos del s. XVII, que originalmente se hallaba en una de las capillas laterales. Toda la decoración del interior de la capilla se renovó tras su destrucción en la Guerra Civil. Las pechinas de la cúpula se decoraron con pinturas que representan las figuras de los cuatro evangelistas con sus respectivos símbolos: San Juan y el águila, San Mateo y el ángel, San Lucas y el buey y San Marcos y el león. El resto de la decoración hace referencia tanto a la patrona como a la Eucaristía, puesto que desde antiguo esta estancia se dedicó a Santa Marta y a la Comunión. Únicamente se encuentra la firma de autor en los dos lienzos laterales del altar en los que el pintor Remigio Soler representó en el año 1953 los pasajes de “Cristo en casa de Marta” y la “Resurrección de Lázaro”.
Los grandes lienzos de los muros laterales de la capilla, cuyo autor no se identifica, están dedicados a dos importantes hitos de la historia de La Vila, relacionados con la patrona: en el de la derecha se representa el fallido desembarco de la gran flota berberisca comandada por el Arráez Salah, el día 29 de julio de 1538, y que originó el patronazgo de la santa del día, Santa Marta, a la que se pidió protección.El lienzo de la pared izquierda refleja el milagro conocido como “lágrimas de Santa Marta”, acontecido el 8 de mayo de 1653, cuando la imagen de madera, según acta notarial, lloró durante dos horas, coincidiendo con la firma por Felipe IV de la autorización para construir un pantano en Relleu, destinado a regar la huerta de Villajoyosa en una época de graves sequías como fue el siglo XVII. Adjuntamos una estampa.
Hay que recordar que Santa Marta era hermana de María y de Lázaro, del que imploró su resurrección, y vivía en Betania, en las cercanías del Monte de los Olivos.